A veces parece que el mundo se apiada de nuestra tontería humana.
Catorce de febrero, día de San Valentin, día tonto donde los haya. No voy a opinar sobre la idea de la necesidad de un día para demostrar y hablar sobre lo que sientes hacia esa persona especial convertido al final en una idea meramente consumista. De lo que si puedo hablar es de como no le damos la menor importancia cuando tenemos una pareja con quien celebrar de verdad pero si que lo echamos de menos cuando no contamos con nadie cerca.
Rara vez he celebrado dicho día como hoy, muy rara vez. Pero como decía, años como estos donde no tienes a nadie al lado para decir y escuchar un "Te quiero" parece que todo cobra mas importancia.
Al menos el mundo a querido darnos una pequeña tregua y ha hecho de hoy un día nublado, gris y sin ningún toque especial. Un día perfecto para sentirte solo mientras viajas en un tren lleno de gente donde nadie habla con nadie y mientras miras por la ventana esa ciudad tan apagada sobre la que lo único que varía es la cantidad de gotas de agua que caen sobre sus aceras. Y aun así, esperando, soñando o anhelando el momento en el que esa persona entrará en tu vida al girar cualquier esquina, viviendo de la idea del amor, enamorados de la posibilidad...pero incapaces de compartir.